“Cuando los árboles no dejan ver el bosque”.
Este
número especial está dedicado al proceso de elección presidencial en la Confederación
de los EE.UU. de América.
No
soy experto en política internacional, ni siquiera en la nacional, aunque tengo
el derecho de opinar sobre ambas o sobre cualquier tema sí lo hago de forma medida,
apoyado en criterios independientes y con el debido respeto hacia la o las
personas o partidos.
Dicho
lo anterior, lo cierto es que el candidato a la presidencia de los EE.UU. de América
NO es, en estos momentos, el Presidente de esa Confederación Voluntaria
de Estados. Lo será cuando se reúnan los compromisarios de los estados
federados de la Unión y expresen su voto en favor del Sr. Trump.
Otro
pequeño detalle muy importante, es cómo se pronunciarán los Tribunales
Federales, sobre que se ratifique o permita que el expresidente Sr. Trump, acusado de más de
50 delitos mayores y menores, se pronuncien sobre la procedencia de esa
decisión.
Por
otra parte, hasta hace unos pocos años, muy pocos, se normó que el presidente NO podía ocupar el cargo más de
una vez, según la tradición establecida desde el primer presidente de la
Confederación de estados que son los EE.UU de Norteamérica.
Cuando
los Padres Fundadores idearon la Constitución era totalmente razonable y lo
único que se podía hacer, establecer un sistema que permitiera escoger y
designar al Presidente de forma rápida y segura. Por ello fue que eligieron esa quinta rueda del carretón
electoral que es el Caucus, la reunión de todos los compromisarios que representan,
supuestamente, la voluntad mayoritaria de los ciudadanos que votaron para esa
elección.
Hoy,
el Caucus no tiene sentido como mecanismo facilitador de la elección
Presidencial, pues han pasado décadas, siglos, de las diligencias y en pocos
segundos se puede conocer quién es el electo de un estado.
Igualmente,
el Sistema Actual electoral predetermina, en gran medida, quien ocupará del
cargo porque NO SE TRATA DE “UN HOMBRE, UN VOTO”. NO. Lo es, la suma de todos los
votos ciudadanos en favor del candidato, NO sino una proporcionalidad justa o no, la que otorga más
compromisarios a un estado que ha otro.
Por
tanto, se trata de una democracia degrada, de segunda, tercera o cuarta
delegación, del voto que ejerció la ciudadanía, como sí lo es, la votación que se realiza en cada estado
para establecer enmiendas, criticar, elegir, o exigir la destitución de tal o
cual funcionario que no ha cumplido las expectativas de los que lo eligieron de
modo directo.
Esta
burla de la verdadera democracia la hemos sufrido en España en cada proceso
electoral. Los que
ganaron la votación ciudadana, NO son los que ocupan los escaños, sino los que
perdieron se unen y pasan por encima de la mayoría que voto por otro. “En
España, se aplica el método D'Hondt, de efectos proporcionales, en la
mayoría de los casos, con la excepción del Senado o de ciertos comicios locales
de régimen especial”. Fuente: La Moncloa.
Los
Estados Unidos de Norteamérica corren el serio peligro de desintegrarse, porque
es una Confederación de Estados voluntaria, o de entrar en una espiral de violencia,
de unos contra otros en momentos tan graves de la situación mundial.
Ya
exprese que no soy un experto en política ni nacional ni internacional, pero es
lo que pienso: tengo base para estar preocupado por el porvenir inmediato. R.
Imagen de Muy Interesante.
“Estados Unidos fue fundado por trece
colonias británicas, a lo largo de la costa atlántica. El 4 de julio
de 1,776, emitieron la Declaración de
Independencia, que proclamó su derecho a la libre autodeterminación y el
establecimiento de una unión cooperativa”.
El
nombre actual se determinó el 15 de noviembre de 1,777, cuando el Segundo Congreso Continental aprobó
los Artículos
de la Confederación, que estipulan, «El nombre de esta Confederación
será “Los Estados Unidos de América”».
El
presidente cumple mandato por un término de cuatro años y podrá ser
reelegido para el cargo no más de una vez. El presidente no es elegido por sufragio
directo, sino por un sistema indirecto de colegios electorales, en el
que los votos determinantes son prorrateados por estado. 65 Un estado solo puede brindar
determinada cantidad de votos según el número de congresistas que tenga dentro
del poder legislativo: senadores (dos por cada estado) y representantes (que
varía según la población de cada estado); dando un total de 538 miembros. El
sistema bipartidista del país permite que un candidato a la
presidencia, ya sea republicano o demócrata, solo necesite
270 votos para asegurar la victoria. 66” Fuente: es.wikipedia.org