El amigo llegó puntual: nos ayudó a subir a la camioneta y,
en diez minutos, estábamos en el colegio electoral con un pequeño grupo de
supuestos votantes. Todo bien organizado externamente: espacios para los
votantes ordenados según una agrupación de letras; con una pequeña cabina habilitada
de cortinas laterales, donde asumías que ibas a escoger el partido y los
candidatos, con los correspondientes sobres para diputados y senadores.
Para los que no conocen el sistema electoral español, les comentamos que los
candidatos a diputados y senadores NO son elegidos por los simpatizantes o
activistas del partido correspondiente, sino por la dirección del
mismo según sus criterios. NO puedes escoger entre los 37 diputados y los 3
suplentes de la hoja de votación: votas en bloque lo que otros escogieron.
En la selección de los senadores ocurre igual, con una variante: puedes
“escoger” entre los tres que tiene el partido por el cual vas a votar o escoger
alguno de otro partido, siempre hasta un total de tres.
La mayor parte de la población conoce sólo a dos o tres
partidos, cuando en realidad son diez los que concurren a las elecciones: seis
de ellos sólo pueden presentar tres candidatos para el senado. Uno, el PARTIDO
ANIMALISTA CON EL MEDIO AMBIENTE, que puede presentar cuatro y sólo uno los
otros tres: POR UN MUNDO MÁS JUSTO, FALANGE ESPAÑOLA DE LAS J.O.N.S. y el PARTIDO
COMUNISTA DE LOS TRABAJADORES DE ESPAÑA.
El Estado asigna cantidades proporcionales a su afiliación
para la propaganda electoral y otros gastos a los diez partidos. ES MUY
IMPORTANTE conocer que TODOS LOS VOTOS NO VALEN IGUAL.
Desde
los tiempos del Ágora griega,- plaza pública-,
el ejercicio del voto ha variado sustancialmente: allí, durante un tiempo, sólo
podían ejercer el voto en la plaza, los que tuvieran un determinado nivel de
ingresos. Estaban excluidos los extranjeros, los esclavos y los ciudadanos
griegos de menos ingresos. Por tanto, era una democracia coja, incompleta.
Más tarde, “la plebe griega” se sublevó exigiendo SU
DERECHO a decidir quién los iba a gobernar. Esto no fue un derecho concedido
graciosamente, sino ganado con sangre contra la plutocracia* ateniense y su
intento de gobernar con sus escogidos. *[Plutocracia. 1. f. Preponderancia de
los ricos en el gobierno del Estado. 2. f. Predominio de la clase más rica de
un país. D.L.E., R.A.E., ES.]
Ya aquí la democracia fue extensiva a los ciudadanos
griegos en general; más tarde, cuando el número y el poder de los extranjeros
creció, se extendió a ellos el derecho a votar y escoger los gobernantes,
jueces, dirigentes administrativos y militares mediante el conjunto de toda la
población.
Aún
más, los griegos llegaron hasta la democracia
directa: el derecho a revocar a los electos que ejercían cargos, si no cumplían
correctamente sus funciones.
Todavía
más, llegaron a crear la figura del Dictador,
que también tuvieron los romanos en su momento, cuando la Patria estaba en
grave peligro. El dictador ejercía el poder absoluto unipersonalmente, en todos
los aspectos de la vida ateniense: desde nombrar generales hasta movilizar a la
población. Tenía una pega: ese poder
otorgado duraba sólo seis meses, al término de los cuales era renovado en
asamblea pública o retirado, reinstalándose el poder en sus diferentes
estructuras.
Por tanto, la esencia de la democracia NO es el voto, sino el valor de cada uno de
nosotros poderlo ejercer en la persona o personas que consideramos son dignos
de representarnos. UN
HOMBRE UN VOTO. Todo lo demás es seudo democracia en el mejor de los
casos y pura tiranía donde NO es así.
Volviendo a la esencia, a la base de toda la pirámide: el
colegio electoral y el voto personal. España y muchos otros estados que se
autodenominan democráticos, en el mejor de los casos son seudodemocracias y
nada más, porque todo lo que no sea UN HOMBRE UN VOTO ES DISCRIMINATORIO,
RESTRICTIVO DE LOS DERECHOS DEL CIUDADANO DE ELEGIR Y SER ELEGIDO. Guste o
disguste, esa es la pura realidad económica, social y política.
Término dándoles el “malvado”
invento del ingeniero bienintencionado Víctor D´Hondt para establecer el voto proporcional, donde
un VOTO VALE MUCHO MENOS QUE OTRO VOTO: UN HOMBRE VALE MUCHO MENOS QUE OTRO.
Los que tienen pocos afiliados deberán lograr alta votación
para tener un candidato: cuatro, cinco o hasta siete veces más votos que un
partido tradicional. Esto se debe al llamado “Método
D'Hont - Infoelectoral - Ministerio del Interior; interior.gob.es
https://infoelectoral.interior.gob.es ›
metodo-dhont
El método D'Hondt es
el sistema que se utiliza para repartir los escaños o concejales entre las
candidaturas de forma proporcional al número de votos obtenidos”.
Volviendo al centro de votación, llamado también colegio
electoral: en él los partidos tienen un apoderado que los representa, mas hay
funcionarios que asumen la personalidad de la Junta electoral Central, con
plena autoridad para decidir si puedes votar o no.
Lo llamativo, para mí, es que las papeletas están a la
vista de todos los presentes en determinado orden, con los correspondientes
sobres: uno de un color que juega con la boleta y otro de diferente con el correspondiente sobre. UD. debe
escoger las dos papeletas y los sobres públicamente, sin privacidad, ante los
ojos interesados de los veedores* de la actividad electoral. [*Veedor, ra. adj. Que ve, mira o registra con curiosidad
las acciones de los otros. U. t. c. s. D.L.E., R.A.E.,ES.]
Concluyo: conozco las tiranías y las
he padecido. España es una seudodemocracia y poco más, tal vez. Los dos principales partidos
políticos se han repartido alternativamente el poder, han mantenido el sistema
proporcional porque promueve el bipartidismo, no el pluralismo político.
No
llegamos a las sandalias de los griegos mientras el acto de votar no sea del
mismo valor para todas las mujeres y hombres que lo ejercen: MIENTRAS UN VOTO
NO EQUIVALGA A UN HOMBRE.
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