viernes, 18 de septiembre de 2009

12. Suicidio político: aumento de impuestos.

Un término muy al uso es “populismo” entendiéndose por tal, la doctrina política que dice defender las aspiraciones y los intereses del pueblo. Desgraciadamente, la que da Lustre y Brillo a nuestra Lengua, no lo ha acogido todavía y por tanto es una incorrección utilizarlo, sobre todo, si hay palabra de significado y contenido similar, que en este caso es “demagogia”, la que en su segunda acepción significa: “Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder.” ¿Verdad que suena feo, ofensivo? Más elegante, por menos definido, es populismo: algo así como hacerse o quererlo parecer, el bueno, el simpático, sobre todo a costa de las arcas del Estado.

En campaña política todos,- unos y otros-, prometen el oro y el moro. Los que están en el poder hacen todas las concesiones que pueden con los dineros ajenos, los nuestros, y después se verá. Si la economía va bien, aquí paz y en el cielo gloria, pero si se complica, entonces es la hora de pagar y no se dispone de fondos para ello. Así ha sido y así será.

Ahora estamos cortos de capital,- los capitalistas, banqueros, profesionales, trabajadores, el Estado. La solución que se propone es subir los impuestos, provisionalmente y los imprescindibles, dicen. Sólo el 1.5%, una bobería que a nivel social representa 15 mil millones de euros. ¡Casi na! Además, añaden, España esta por debajo de la media europea como una razón más, y poderosa, para justificar el alza.

¡Hombre, pero España esta por debajo también de la media europea en salarios, productividad del trabajo, ingresos per cápita,- por persona-, Investigación + Desarrollo (sobre todo aplicada a la industria y subvencionada por ella), etc., etc.! ¡Vaya justificación! ¡Que me paguen como un alemán, un francés o un nórdico y que suban lo que quieran!
¿Por qué no reducir la Administración Central, aligerando la dirección estatal de algunos ministerios que, francamente, son redundantes o inoperantes, o por lo menos fusionarlos, reducir direcciones generales, etc., etc. y con ello dar ejemplo, y exigirlo, de ahorro en tiempos de crisis? Establecer normas nacionales para la remuneración que corresponde a los funcionarios centrales, autonómicos y municipales, aumentaría también las arcas en unos cuantos cientos de millones de euros, pero la pregunta central es: ¿la única alternativa es subir los impuestos? ¿Eso han hecho Alemania, Gran Bretaña, EE.UU.? ¿Conoces las variables que se han discutido en el seno del gobierno para NO subir los impuestos? Me temo que no a todo. Incluso, en nuestro Congreso, los partidos políticos de oposición se han limitado a criticar al gobierno y poco más. Las grandes potencias, incluida Francia, han preferido “endeudarse”, gastar un poco o mucho más, como EE.UU. o Gran Bretaña, que ir a una política impositiva agresiva, sobre todo en las condiciones recesivas actuales.
Por la forma y el método utilizado para conducir este tema, me temo que el Gobierno se ha quedado solo, incluso sin los simpatizantes de su partido. Si continúan por este camino, están cometiendo un suicidio político público y notorio. El tiempo y no muy lejano, dará la respuesta.
Dos frases infortunadas (por decir lo menos). Un conocido canal de TV, al anunciar el retiro de la vida política del ex vicepresidente de gobierno Don Pedro Solbes, añadió el siguiente comentario escrito: “…poco se pierde.” Realmente no es una frase infortunada, es una falta de respeto inmerecida e injustificada para un hombre que, sin pertenecer a partido político alguno, ha dedicado su vida a servir a los españoles con su leal saber y entender, que es mucho. Maestro: ¡Excuse al marrano! Sepa que siempre será respetado y honrado por su sentido del hacer político y económico, su discreción y dedicación al trabajo, a España y a sus pueblos. OTRA: Una funcionaria del partido de gobierno llevó su entusiasmo militante al extremo de comparar como “hecho histórico” que Mr. Obama y Don Rodríguez Zapatero ocuparán, simultáneamente, uno, la presidencia de EE.UU. y el otro la de la Unión Europea, añadiendo algunos otros elogios de similar calibre. ¡Vaya gilipollez! En otros países se dice que es un acto de “guataquería” y aquí, un “tocapelotas”. Escojan el que prefieran, pero no cabe duda que es, por lo menos, poco atinado el público elogio, además de desproporcionado ante lo dicho y hecho por ambos personajes, hasta el presente al menos.

PARA CUBA TRAIGO UN CANTAR. El roquero colombiano Juanes, para mí un completo desconocido, aceptó la invitación del canta-autor Silvio Rodríguez de realizar un concierto el 20 de septiembre en La Habana. ¡Ira del Cielo! Terremoto de grado 7.5 en parte de la “comunidad” anti-castrista que, en ocasiones, parece anti-cubana.
En Europa, la escritora Zoe Valdés exhorta a Miguel Bosé que no participe, justificando su petición en que “Silvio Rodríguez es uno de los personajes más siniestros del castrismo.” Parece que Zoe ha olvidado a los personajes que le ofrecieron especial atención cuando estaba en Cuba. De Silvio se podrá decir que ha cambiado mucho su cantar, humano es, pero de siniestro… ¡Ojala el resto fuera como él!

Llama la atención que esta defensora de la democracia en Cuba, fuera la misma que declarará hace poco: “…no estoy de acuerdo con los golpes de estados en estados democráticos, pero en países como esos de “América Letrina”, donde el comunismo está cogiendo fuerza, me parece muy sensato que el ejército se levante.” ¡Mire vos por donde sale la niña!

Juanes ha realizado conciertos en Colombia a favor de la paz, contra viento y marea y exponiendo su vida. El de La Habana, lo hará pagando los 230 mil que cuesta, pues no ha encontrado patrocinadores. Olga Tañón, tampoco la he oído, lo acompañará. Otros cantantes y músicos como Rubén Blades y Rey Ruiz, aprueban la iniciativa aunque Paquito D´Rivera la califica de absurdo. El colmo es que ¡Hillary Clinton la celebra! “Cosas veredes Mío Cid…”
Si en Europa esta es la reacción de Zoe Valdés, dice Pablo Gámez en un artículo para Radio Nederland, que “…Juanes ha despertado la ira del exilio conservador cubano, cuyo epicentro se encuentra en Miami.” Por su parte, “El roquero asegura que su concierto es por la paz en Cuba y que busca "tender puentes de diálogo entre Estados Unidos y La Habana".

"Es tiempo de cambiar las mentes", insiste el artista, y agrega: ""Ir a Cuba es una oportunidad de decirle al mundo que las personas tienen que cambiar" Totalmente de acuerdo.
CUENTO: Pablo de la Torriente Brau. (1901-1936) Cubano, activo luchador contra la tiranía del reelecto presidente Gerardo Machado y Morales, el cual se destacó por la represión contra el naciente movimiento obrero cubano y el asesinato de sus dirigentes, así como por la expulsión de cientos de españoles y europeos que participaron en el combate contra la tiranía (1925-1933). Pablo fue un buen escritor y se incorporó a la lucha por la II República española, muriendo en estas tierras en combate contra los nacionales.
Último Acto.

En el ángulo del patio, allí donde se alzaba la palma real[1], el hombre esperaba. La noche profunda y silenciosa lo envolvía todo. Sólo el mugido del ingenio[2] disfrazaba a lo lejos de un ruido monótono el silencio. Su traje de overol[3], azul oscuro, lo convertía en sombra. Sus antebrazos poderosos, velludos, manchados por la grasa, apenas si se distinguían. Estaba inmóvil. Esperaba.

Aquel era su patio y aquella era su casa, pero en la medianoche llena de frío él esperaba. Dentro del amplio bolsillo, junto con un puñado de estopa, su mano ruda de hombre de las máquinas estrujaba el papel, hallado casualmente sobre una mesa de la oficina, hacia apenas una hora, cuando fue a hacer una consulta al Ingeniero Jefe. Había visto un sobre dirigido a su mujer, abandonado sobre la mesa, lo había cogido y ahora estaba detrás de la palma, a la hora de la cita trágica. El papel decía: “Esta noche está de guardia en la casa de máquinas tu marido y a las doce iré de todas maneras…” “De todas maneras” estaba subrayado. Era el Administrador del Ingenio quien lo afirmaba. Él sólo había tenido tiempo para correr del batey[4] a su casa y apostarse en el fondo del patio. Todavía su cerebro estaba turbio de sorpresa, de cólera y de humillación. Detrás de la palma él sólo era un hombre, es decir, una fiera.
Y poco antes de las doce apareció el otro. Empinándose por sobre la cerca su cabeza oteó medrosamente el patio y la noche. Luego, con cuidados infinitos, saltó. Venía con camisa de kaki[5]. Pegado a la cerca se estuvo un rato escuchando los rumores de la noche, el estruendo de su corazón precipitado… (Desde detrás de la palma los dos ojos de acero que lo espiaban llegaron a esta conclusión despreciativa: “¡Si es un cobarde…!”) Fue avanzando con cuidado y llegó hasta la misma palma… Es extraño, pero no percibió el silencio tumultuoso del enemigo… Sin embargo, sólo el espesor de la palma real los separaba, y en lo alto el viento sonaba las pencas…

Fue todo rápido, eléctrico. La mano de acero del hombre de las máquinas apresó su garganta y ahogó el espanto terrible. Y el bárbaro golpe lo dejó en el acto sin sentido. El hombre de las máquinas, rudo y violento, no tuvo la paciencia que se había propuesto y ahora estaba de pie, a su lado, contemplando su puño lleno de sangre y con el cerebro vació de impresiones. Así estuvo un rato quieto, inmóvil, como la sombra de un tronco, cuando pensó: “Si no he podido hablar con él, hablaré con ella.” Y le pegó una patada brutal al caído, dirigiéndose a la casa… Iba con la silenciosa e invisible velocidad de un gato negro.
Cerca ya de la puerta del fondo, se detuvo. Un raro miedo lo había paralizado. Por un momento le asaltó la extraña emoción perturbadora de que él era en realidad el amante, que era a él a quien ella esperaba. Y el corazón se le agitó con perversa esperanza y tuvo el miedo del burlador.

Pero llego a la puerta. Se puso a escuchar y no se oía nada. Sin embargo, sintió que cerca estaba de ella. Hizo una suave presión sobre la puerta y a su débil quejido, dentro de la casa, respondió con su característico balanceo… Pensó sordamente: “¡Lo esperaba,…! Y la rabia le hizo proyectar con furia el amplio hombro hasta hacer saltar el pestillo de la puerta…
Pero, antes de llegar a dos pasos, sintió el balazo en el cuerpo y la voz de ella que decía: “Canalla, te lo dije…”

A su “¡Ah!” de dolor y de sorpresa, ella llenó un espacio de silencio y de asombro. Luego, cuando encendió corriendo la luz, él vio su cara cuajada de una pena inaudita… Arrodillada estaba a su lado y decía: “¿Por qué, por qué?... sin comprender nada todavía… Pero ya su rostro, con el balazo en el cuerpo, comenzaba a ser alegre, alegre, como la cara de un niño que mejora.
Más que el disparo, la angustia de la voz le había disipado todas las sospechas. Avergonzado y feliz le extendió el papel y se quedó mudo. Y ello lo vio y le gritó, con la duda más llena de dolor aun: “¿Pero lo leíste todo? ¿Viste lo mío, lo que le contesté?” Y desdoblando el papel le dijo:
“Mira, mira…”
El papel decía con su letra: “Canalla, no insista, si se atreve a venir lo mato.”
Y la cara del hombre se iba poniendo cada vez más pálida, pero cada vez era más clara su sonrisa bajo el llanto inconsolable de la mujer arrodillada…

POESIA:

Quevedo en San Marcos de León.
Muera mi voz en la pared desnuda
de esta cárcel oscura donde muero,
mas lengua es la verdad de Dios severo,
y la lengua de Dios nunca fue muda.

No he de callar. Aunque la plebe ruda
huya de la verdad con pie ligero,
son la verdad y Dios, Dios verdadero;
todo pudo cambiar; Dios no se muda.

El mismo es hoy que en el lejano día
cuando fue conocerlo mi alegría
y con ángeles dije su alabanza;

tan sólo se ha mudado mi esperanza;
más nada. Viejo, derrotado, muerto,
clame aún verdad mi voz en el desierto.

Rosa Hilda Zell. Cubana. (1910-1972)


[1] Palma Real: La más alta palmera de las Antillas y símbolo de cubanía. Todo se aprovecha de ella: madera muy dura para viviendas,- bohíos-; las pencas para cubrir los techos, los frutos para alimento de cerdos,- como nuestras bellotas-, y el centro del árbol en tiempos de hambre se cuece como harina.
[2] Ingenio: fábrica de azúcar, llamado también “central azucarero”.
[3] Overol: Ropa de trabajo que cubría el pecho, utilizado por mecánicos y agricultores; proveniente de los EE.UU., de una sola pieza y fuerte tela, con tirantes cruzados que la sostienen.
[4] Batey: Pequeño poblado construido para y por los trabajadores del central azucarero.
[5] Kaki: Tela fuerte, oscura, de trabajo.

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